Las formas de hacer de cada persona o equipo son un mix de su cultura, valores, experiencias y objetivos, y van evolucionando a medida que se exponen a las situaciones del mercado y sus agentes. Este proceso evolutivo e imparable, es complejo de percibir en el día a día.
No hay una receta mágica para su gestión pero sí buenas prácticas de las que poder aprender, y Bodegas Itsasmendi es un claro ejemplo de ello. Partiendo de una situación económica y comercial positiva, Garikoitz Ríos promovió un cambio de dinámicas de trabajo para alinear objetivos y explorar al máximo el potencial de su equipo.
Hoy, gracias sobre todo a a las aportaciones y comportamientos de su equipo, viven una nueva realidad en la que no existen barreras al desarrollo actual y futuro del negocio.
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