Se supone que los consultores y resto de empresas de servicios profesionales avanzados vivimos de esto. También los centros educativos o centros tecnológicos. Es la idea básica para negocios como Innocentive.
Es, también, lo que ha debido pensar la gente de Rewarder. Si, a pesar de dominar el arte de las búsquedas en Google, no encuentras respuesta para lo que quieres, ¿estarías dispuesto/a a pagar a alguien para que te lo solucione? Parece que a unos cuantos miles de personas la idea les encaja (Knowledge Is Cool. Getting Paid for What You Know Is Cooler.).
Esta tendencia choca con otra que busca justo lo opuesto: conocimiento libre y gratuito para todo el mundo. Es el bando de iniciativas como Creative Commons o ideas4all. Es, también, causa y origen de la revolución que estamos viviendo en el ámbito de la educación, de mano de edX, coursera, o la pionera MIT OpenCourseWare.
Hoy en día hay y, probablemente, en el futuro también habrá espacio para ambos planteamientos: software libre y software propietario, medios de comunicación gratuitos y medios de comunicación de pago, publicaciones científicas revisadas y publicaciones científicas libres, contenidos audiovisuales de pago y contenidos audiovisuales gratuitos, educación de pago y educación gratuita, etc.
Lo que sí es evidente es que tendremos que evolucionar los modelos de negocio para sobrevivir y no quedarnos anclados en éxitos del pasado (Never fall in love with your business model).
En consultoría estamos viviendo una tendencia clara hacia compartir de forma gratuita conocimiento conceptual (este humilde blog puede ser uno de los múltiples ejemplos a este respecto) y a cobrar por capacidades o conocimiento experiencial que genere cambios reales en nuestras organizaciones clientes (este tipo de conocimiento depende de experiencias previas y actitudes personales, por lo que resulta difícilmente explicitable o trasladable si no es compartiendo proyectos o mediante acompañamiento presencial).