Que conste que el experto en educación es otro Garagorri, concretamente mi padre (algunas publicaciones). Nosotros trabajamos con centros educativos, hemos desarrollado materiales formativos, impartimos cursos y jornadas y aportamos nuestro granito de arena en grados y postgrados universitarios. Yo disfruté combinando consultoría y docencia durante un par de cursos en el departamento de organización de empresas de UPV/EHU y ahora voy a empezar a colaborar con Deusto (MBI).
Desde esta posición de agentes que participan de forma puntual y anecdótica en el sistema educativo, observamos con atención e interés los cambios que se están dando en la actividad docente y el desarrollo de nuevos modelos de negocio que amenazan el statu quo de muchos actores establecidos. El prometedor futuro del e-learning como alternativa a la educación presencial no ha acabado de materializarse (It’s not called e-cheap, it’s called e-learning), pero el avance de la tecnología está permitiendo que afloren nuevos modelos de enseñanza que pueden complementar (o sustituir en un futuro, quién sabe) a los modelos tradicionales imperantes hasta el momento. Ya nos lo anticipó Thomas L. Friedman en su controvertido libro The World is Flat.
A continuación recopilo enlaces a algunas (de las múltiples) lecturas interesantes disponibles al respecto:
La enseñanza de élite es gratis en internet
The most important education technology in 200 years
In 15 years from now half of US universities may be in bankruptcy
When outstanding becomes so easily available, average is over.
Beyond the buzz, where are MOOCs really going?
Eight brilliant minds on the future of online education
Otras «amenazas» para el sistema educativo: las universidades corporativas (GE And Perdue Farms will disrupt Harvard Business School) y «aprender trabajando y trabajar aprendiendo» ([E]nstitute’s apprenticeships give you skills you can’t pick up in a classroom).
He participado recientemente en un par de seminarios web o webinars, es como asistir a un seminario presencial con ponentes en directo con los que interactuar con la comodidad de hacerlo a distancia sin tener que desplazarse. Pongo enlace al último al que me he apuntado (hay que darse prisa, se celebrará el 13/03/2013): Innovating over the horizon: How to survive disruption and thrive
RSS
RSS comentarios
La verdadera revolución en educación está en la base de la relación profesor-educador, el enfoque pedagógico…Ya solo se habla de moocs, universidades corporativas, e-learning…Pero la enseñanza-base sigue siendo casi toda conductista aún en el e-alearning y muy poca constructivista (cognitiva, constructiva, conectiva)…Desde Quintana Roo, Cancun…
Comment de jm.Durana - 9:33 11.03.2013He visto que no hablan para nada de la base de formación…La mayoría de los profesores quieren pasar directamente de un enfoque de transmisión de conocimientos (conductismo) al enfoque de competencias (si se puede llamar así…), porque se habla de competencias.
Yo distingo entre profesores (ingenieros, físicos, químicos, historiadores, abogados, biologos, literatos…la mayoría no se han podido dedicar a su verdadera profesión), de profesionales de la educación, primeros estudios en psicopedagogía; la mayoría de los que trabajan en la educación son profesores, por eso será muy difícil que la educación cambie…siempre emplearán el único enfoque pedagógico que saben, transmisión de conocimientos (conductismo), imposible pasar a una preparación para el mundo laboral del presente y futuro (de innovación, creatividad…), o pasar a competencias. Además de que destruyen la personalidad del estudiante.
Lo que está pidiendo hoy el mundo laboral y social es innovación, creatividad, investigación, resolución de problemas, trabajo en equipo, en redes…y nosotros les obligamos a que nos repitan, individualmente, de memoria, un tema dado por el profesor, conocimiento ya pasado… Durante muchos años de educación hacemos configurar su cerebro para que nos den respuestas ya hechas, aprendidas de memoria y no para que se pregunten…busquen…construyan, innoven en equipo. Si después en la empresa les piden buscar una solución..su cerebro no funciona así… solo sirven para repetir movimientos en una cadena de montaje (hasta que lleguen los robots y lo hagan ellos).
Mi opinión…hay que darle fuerte a los enfoques pedagógicos, que reconozcan y diferencien conductismo, de cognitivismo-constructivismo-conectivismo y después pasar a sus respectivas didácticas.
Mi opinión…
Muchas gracias por tu aportación José Manuel. Si no he entendido mal, propones diferenciar entre profesores o expertos metidos a enseñanza (conductismo) y profesionales o expertos de la educación (constructivismo) para apostar por estos últimos y reforzar los enfoques pedagógicos sobre la base del profesor-educador con el objetivo de poder avanzar hacia la educación basada en competencias.
Comment de Iñaki - 15:45 02.04.2013Es la línea en la que estáis avanzando los expertos, mi post iba en otra dirección. Tal y como indicas, la mayor parte del esfuerzo formativo se concentra (¿y se concentrará en los próximos años?) en la transferencia de conocimiento (algún purista me dirá que de información, no quiero entrar ahora en este debate). En esta labor, la escasez de profesorado de calidad, la dificultad de acceso a la educación presencial y el avance de las nuevas tecnologías, entre otras causas, nos lleva a la pérdida de valor de los centros educativos “tradicionales” frente a nuevos intermediarios virtuales.
O avanzan hacia una enseñanza de verdadero valor añadido, en la línea que propones de abandonar la transmisión de conocimiento por la adquisición de competencias (http://www.diariovasco.com/v/20130318/al-dia-sociedad/nueva-forma-ensenar-aprender-20130313.html), o se decantan por la transformación en una alternativa suficientemente buena, más accesible y mucho más conveniente de lo que son en la actualidad (http://www.forbes.com/sites/michaelhorn/2013/03/21/special-k-dont-sleep-on-khan-academy-knewton/), o combinan las dos, como están haciendo las mejores universidades en EEUU.
Con los movimientos que se están dando en el sector y en un contexto de reducción de ayudas públicas, la supervivencia sin cambios ni (r)evoluciones más o menos drásticas será, me temo, cada vez más difícil.